Joker: la broma fallera.

Hace un rato hemos acabado de leer el "Joker" de Azzarello y Bermejo que acaba de publicar planeta y bueeeeeeeeno...A ver está curioso (que horror !!, decir que un tbo está curioso casi suena peor que decir que es una basura infecta, no?)...Tu coges el tbo lo ojeas y piensas: “esto tiene que ser la bomba” y va y al final se queda en falla, una falla estéticamente preciosa, que te hipnotiza y calienta mientras arde pero una vez ha ardido pues eso que y'astà (que conste que siempre exageramos un pelín, eh?, pero es que las pasiones es lo que tienen cuando son bajas y nos dominan). Aunque sabemos y suponemos que no es cierto la sensación es que el señor Azzarello no se ha leído demasiados tbos de batman y aunque el concepto inicial del tbo nos recuerde emotivamente a esa obra maestra de Alan Moore y Brian Bolland que es “la broma asesina”(aunque sea solo por la sensación previa de joker superstar que nos transmiten los dos tbos) es el joker de la última peli el que campa a sus anchas por estas páginas y no el que lleva años arrastrándose por las viñetas de toda la vida. Y es ahí donde creemos que radica el problema. Al ver “el caballero oscuro” de Christopher Nolan muchos decimos y dijimos que los mejores momento son todas y cada una de las apariciones del Joker de Heath Ledger y hubiésemos querido más y más, pues este tbo es el más y más y demuestra que sin una buena trama alrededor una historia compuesta de un “más difícil todavía tras otro” de nuestro querido villano de cara blanca es un poco demasiado... y es que las sobredosis no suelen tener un final feliz en exceso y el final del cómic en cuestión quizás sea argumentalmente lo peor de todo ello (y pa salir así con esos pelos, batman hija, mejor no haber salido y pa pelos los que se pergeña Harley Quinn en todo el comic que con todos esos moños rizados que lleva que consiga colocarse del tirón la máscara en la escena del streaptease debería cotizar en bolsa como milagro del año.).
Gráficamente, todo sea dicho, es una maravilla, pero es que en nuestro sanatorio del tbo particular necesitamos equilibrio entre la imagen y la historia ya que eso es un tbo, no?, además ese calco excesivo de la imagen fílmica crea distancia en vez de acercamiento y aunque el look más urbanita y terrenal que nunca de otros personajes como el enigma, el pingüino o killer croc (personaje que aquí está muy bien llevado, a años luz de su patética metamorfosis metafórica en el dragón de sant jordi a la que le someten en “Batman en Barcelona” tbeito del cual ya hablaremos y que en nuestra cruel ignorancia si que no dudaríamos de clasificar de basura infecta, si al menos lo hubiera dibujado Pilarín Bayés!!!) tienen su punto no dejan de parecernos pruebas de estilismo para próximas pelis de la franquicia del hombre murciégalo (si, hemos escrito murciégalo, sí).
Y aun y con todo esto se queda en nuestra estantería, que como dice la Streisand “send in the clowns”, hijos míos, “send in the clown”...