PREMIO ESENCIAL REVELACIÓN EN EL FESTIVAL DE ANGOULÉME 2009.
Y es que el tebeito en cuestión se lo merece,nenes!!
Un tebeo, calmo, tranquilo, de tonos verdes, de piscina cerrada por escenario casi único, de poquitos personajes, de poquitas palabras (algunas de ellas dichas bajo el agua, así que como no sepáis leer los labios y además en francés.....je,jè), de aprender a nadar, de aprender a conocer, de aprender a amar, de búsqueda, de perdidas, de encuentros, de lo extraordinario de lo cotidiano, de nadas y todos, en definitiva, un tebeo, quizás innovador, sorprendente y bello, muy bello.
Bastien Vivès es el joven autor de esta delicatessen publicada por Diábolo ediciones, que con su dibujo extraño, deforme en ocasiones, nos hipnotiza y nos obliga a deslizarnos por las aguas cerradas (en las que a pesar de toda la poesía que les confiere, alguno de los personajes anónimos que comparten piscina con los protas se habrá meado seguro, seguro. Y es que un aire de superrealidad inunda este cómic hasta en eso, pardiez) de sus páginas deslumbrándonos con la belleza de lo cotidiano, llevándonos a desempolvar el gorro de baño y el bañador de piscinero barrigoncete, porque el veranito se acabó y nuestras espaldas ya no son las que eran, que estamos mayores (además ya esta bien de pagar la piscina sin ir, hombre, que van a abrir una tercera ala a nuestra costa, hombre ya!!!), hija.
En definitiva una lectura tierna y superchuchi, un tebeo de relax entre tanto zombi, mallas y mala leche viñetera de esa que nos gusta tanto, porque también tenemos nuestros coranzocitos (tres, para ser exactos).
Feliz Navidad (y no os olvidéis pasar por la ducha antes, ein??. Antes de bañaros, no antes de la Navidad, que también, vamos....).
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